viernes, 20 de marzo de 2009

Dos Palabras: Una Plauso

Si señores, a veces las cosas tardan en llegar... pero en algún momento llegan. Este fin de semana pasado, más precisamente el Sábado en el edificio de la Municipalidad de Rosario se llevó a cabo la entrega al señor Ivan Filipini por ser el hombre con más apodos en el mundo. Para ello el intendente de la ciudad, el ingeniero Miguel Lifschitz, cambió el nombre de la Avenida Filipini de dicha ciudad por Avenida SINPITILI.

El evento no tuvo presedentes, en el acto se nombraron todos los apodos que llevó el galardonado en el tiempo que lleva de vida entre los cuales se destacaron Sinpitili, Chinflo (el más actual), Pelotudo (apodo de un compañero de segundo grado) y algunos más. Esta etapa de la fiesta tuvo la duración de una hora y media aproximadamente, por lo que la mitad de la gente se fue a Madame. Pero el resto entendió el significado de la fiesta y se quedó a tomar unos tintos en caja y a comer unos canapés de salame de milán y unas fritas que llegaron medias frías porque al delivery lo agarró un corte en circunvalación y Pellegrini.

Felicitaciones Chinflo!



Imagen de un cartel de la nueva calle de la ciudad de Rosario.



Una de las tantas fotos de la gran noche donde vemos al galardonado con el intendente de la ciudad de Rosario, el padre de Pachu Peña y el tío postizo de Lanchita Vicio.


Que noche Teté... QUIROZ!




jeRe

martes, 10 de marzo de 2009

Se jué


Cuando un amigo se va, queda un espacio vacio, no lo digo yo, ni peteco, ni mr bins, lo dice serrat o algo así y tiene razón, hoy, tras una innnumerable cantidad de amagues Mario, "aiorias", se marchó rumbo a Córdoba con la idea de formar allí una vida un tanto mas ocupada que la que llevaba en este lado, lejos quedaran los jueves de alcohol y mora, sus llamadas a nuestras casas cuando no estabamos, sus "citas", sus chistes, su insistente pedido de cha cha, por la cola bien bien piola. En mi cabeza rondan miles de recuerdos en los que él es protagonista, de los buenos y de los malos, aquellas veces que uno no sabia si te estaba jodiendo o te decia en serio que se habia olvidado que las zapatillas iban en los pies y no en las manos, mis recuerdos, como dicen sus Redondos, mienten un poco, (siempre fue así).
Mario, un tipo tan sencillo como buenazo, tan despreocupado como colgado y tan buen amigo como pocos en este mundo se fue a probar suerte en otra provincia, espero que le vaya perfecto, espero también que vuelva seguido, porque sin lugar a dudas lo vamos a extrañar mucho.